Cómo institucionalizar nuestra democracia sin contar con un sistema de partidos políticos; sin promover una reforma política y electoral que supere graves distorsiones como la vigencia del voto preferencial y la presencia de movimientos regionales y locales forjados al amparo de una legislación permisiva, que ha facilitado el acceso al poder de “líderes” sin trayectoria política, ni vocación democrática.

El país requiere afirmar la democracia, el crecimiento económico, la descentralización y una mejor distribución del ingreso a través de políticas sociales focalizadas en revertir las graves desigualdades. La democracia necesita líderes con formación política, que sean capaces de promover la inversión y generar confianza en los agentes económicos.

El Perú ha perdido liderazgo en la región y en los organismos internacionales; la presencia del Presidente Ollanta Humala hace unos días en un Foro tan importante como el Asía Pacífico (APEC), no ha tenido el impacto y acogida esperada; como si lo tuvieron participaciones de otros Jefes de Estado peruanos en administraciones pasadas.

A pesar de que hoy el Perú cuenta con más de 20 Tratados de Libre Comercio, el valor de nuestras exportaciones ha declinado en los últimos tres años. La meta de superar los 50 mil millones de dólares anuales de exportaciones está lejos de cumplirse, la tasa de crecimiento en el 2014 será del 2.5% y la reducción de la pobreza parece estancarse.

Un Jefe de Estado sin visión del país, una pareja presidencial afectada frontalmente por denuncias e investigaciones parlamentarias en curso. Un Gabinete sin interlocutores políticos; más allá de casos singulares, determinan un escenario de crisis institucional.

Hace unos días se ha evidenciado la necesidad de contar con un Ministro de Economía y Finanzas con liderazgo político. Más allá de la formación tecnocrática o académica del Ministro Alonso Segura; ha quedado en evidencia luego de su presentación ante el CADE, que las expectativas del sector empresarial respecto a la recuperación de nuestra economía, no han sido atendidas; luego de la discreta presentación en el Congreso Anual de Ejecutivos realizado en Paracas.

Una exposición no puede convertirse en la enumeración de sumillas de normas legales que en fecha reciente han sido publicadas en el Diario Oficial “El Peruano”.

El país espera que el Ministro de Economía sea capaz de explicar cómo el Presidente Humala y su gobierno pueden atraer la inversión y liderar el crecimiento económico; sin escudarse en que las cifras económicas en América Latina han declinado; ocultando que países como Panamá y otros no han interrumpido la velocidad del crecimiento de su P.B.I.

Cuánta falta hace en el actual gobierno la presencia de técnicos con experiencia política, que con un lenguaje claro expliquen de manera ordenada y sistematizada los grandes objetivos de la política económica nacional.

De un Ministro de Economía discreto a un Ministro del Interior con un lenguaje cercano al de los mandos militares, que a lo largo del tiempo usurparon el poder; podemos concluir que el Perú hoy demanda una reforma política que siente las bases del crecimiento económico en el largo plazo.